Critica: Extraterrestre, La Cosa de la Guasa.
Nacho Vigalondo lo ha vuelto a hacer, da lo que promete y no es nada más y nada menos que no tratar al espectador por tonto.
“Extraterrestre” su segunda película estrenada hoy en el Palacio de Festivales de Santander, es como ya hizo en su anterior película “Los Cronocrimenes” otro puzzle, otro juguete para el espectador, pero a diferencia de su opera prima, el juego aquí va por otro lado. Si en “Los Cronocrimenes” se debía estar atento a un simple pero complejo juego de espacio-tiempo, en “Extraterrestre” cada silencio, cada situación, cada mirada, cada balbuceo, cada gesto tiene su connotación humorística, hecho que hace que te sientas en alerta, en no dejarte libre ni un momento y en esperar con una sonrisa el momento de la traca, del pim pam pum, del golpe en el estomago que produzca el descojono.
“Extraterrestre” nos presenta un guion bien trazado, pero la fuerza no radica en sus diálogos, sino en sus situaciones e interpretaciones realizadas por un gran casting. “Extraterrestre” no precisa de unos actores que tengan que realizar un gag cómico para hacer gracia sino que de ahí radica la fuerza de la película, en el conglomerado de naturalismo y patetismo que se respira por todos los costados. He leído en muchas críticas o comentarios que comparan “Extraterrestre” con el humor chanante, lógicamente algo tiene, pero no en su toque surrealista o absurdo, si no que bebe más de el toque Gervais o del denominado post-humor.
Muchos vais a flipar, pero para mí “Extraterrestre” podría denominarse “La Cosa de la Guasa”. Si en “La Cosa” teníamos a un grupo de hombres atrapados en la Antártida los cuales se mentían y ninguno llegaba a creer del todo al otro y eso nos llevaba al desasosiego y a la intriga, en "Extraterrestre" a diferencia de la película de Carpenter, nosotros vamos por delante de los personajes y sabemos cuándo mienten y porque lo hacen, el desasosiego se convierte en humor y la intriga se mantiene esperando a cómo van a reaccionar los personajes con tal cantidad de mentiras y despropósitos. Eso sin mencionar que en ambas películas también se juega con la idea de la infiltración de identidades entre alienígenas y personas.
La película se ha vendido como una historia de amor con una invasión alienígena de trasfondo, yo os digo que la película va de una historia de amor con Raúl Cimas y Carlos Areces de por medio. Haya platillo volante o no, con estos dos personajes ya basta para que el despiporre este asegurado.
Os recomiendo totalmente esta película, salid de casa, ya veréis otro capítulo de Aida otro día, probad este humor y decidme si no os habéis descojonado en algún momento.
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